Título original: Brave New World
Autor: Aldous Huxley
Saga/Comp.: no
Género: ciencia ficción
Edad: 16 en adelante
Editorial: Editores Mexicanos
Año de publicación: 1932
Imagina un mundo donde las mujeres no deben preocuparse por quedar embarazadas o donde las drogas son legales. Imagina que en este mundo, todos los niños nacen por probeta y desde que los embriones son congelados ya se decide el futuro de cada individuo, a qué clase pertenecerán y a qué trabajo se dedicarán.
Suena genial... ¿o no? Demasiado feliz para ser real, tanto que cuando llega un “salvaje” que nació fuera de ese círculo, en un mundo paralelamente parecido a lo que conocemos como la sociedad actual, se cuestiona todo el sistema y ambos mundos entran en crisis.
Mi opinión:
Aunque la trama es muy sencilla y fácil de leer, detrás del texto se encuentra un trasfondo bastante interesante pues, en primer término, los personajes principales son una alusión a Lenin y a Marx, exponentes del socialismo. Por tal motivo, la sociedad perfecta mostrada al principio de este libro se basa en la sociedad utópica marcada por Marx, pues cada individuo dentro del mundo feliz se dedica a lo suyo y gana lo que por derecho le corresponde. No hay competencia como en el capitalismo y por ello todos parecen felices.
No obstante, al confrontarse con el mundo salvaje podemos darnos una vaga idea de por qué el socialismo no ha funcionado tal como lo plantearon sus principales exponentes, puesto que el mundo salvaje es muy parecido a nuestro mundo actual, el que siempre ha estado y el que siempre estará. Además, señala nuestras fallas como humanos: los sentimientos, los cuales, aunque sean erradicados, siempre serán el motivo por el cual deseemos vivir. Si ello es destrozado, la humanidad no es humanidad, tal como lo plantea el tercer personaje principal: John, el salvaje, quien desbarata toda la idea concebida al principio del libro.
Cabe destacar que John tiene una sensibilidad que nos identifica de inmediato, pues posee ese ímpetu que todos tenemos como seres humanos. Él es el puente para empezar a contradecir toda la utopía en la que viven Bernard y Lenina (los otros dos personajes principales). Siendo un apasionado lector de Shakespeare, es a través de él como nos damos cuenta de que el libro está basado en un pasaje de La tempestad de este autor, el cual es recitado por John varias veces.
Para finalizar, diré que esta obra está considerada como una de las pioneras de la ciencia ficción, pues fue escrita justo cuando este género comenzaba como principal exponente de la crítica social de esos tiempos. Así que si te gusta la ciencia ficción, es un libro que no puede faltar en tu colección.
Mi calificación:
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