El Sillmarillion, de J.R.R. Tolkien

 Título original: The Sillmarillion
 Autor: J. R. R. Tolkien
Saga/Comp.: sí (precuela 1/2 de “El Señor de los Anillos”)
 Género: fantasía épica
Edad: 15 en adelante
 Editorial: Planeta Booket
 Año de publicación: 1977

Escrito por J.R.R. Tolkien y editado por su hijo Cristopher, pues el primero murió antes de terminarlo, nos cuenta cómo se formó la Tierra Media, sus orígenes desde que fue creado por Eä, el primer y Gran Ser Supremo, dando nacimiento a los Valar y los Maiar, las fuerzas sobrenaturales de Eä que son llamados los Poderes de la Tierra. Ellos contribuyeron al nacimiento de los elfos, los primeros pobladores, y emigraron de la Tierra Media hacia Arda con el fin de vivir en paz con los Valar. No obstante, esta travesía se complica gracias a las artes de Melkor, el Gran Señor Oscuro, el Valar envidioso que quiso enfrentarse a la voluntad de sus hermanos por la ambición de querer convertirse en el Gran Ser Supremo, odiando a la creación de los Maiar, es decir, a los elfos y a los humanos.

Asimismo, se relata la historia de los Silmarilli, épica mencionada en “El Señor de los Anillos”, que es la aparición de los hombres en la Tierra Media, cómo influyeron estos para expulsar a Melkor de la Tierra Media y cómo se creó el Anillo Único.

Mi opinión:
Pues es como una biblia para los fanáticos de Tolkien y su Tierra Media, comenzando porque está dividida en cinco partes que prácticamente podrían interpretarse como libros independientes. Asimismo, contiene elementos bíblicos, pues el relato de la creación se parece bastante a lo relatado en el Génesis, aunque se combinan elementos de otras mitologías, tales como la celta, la griega y las sagas nórdicas.

Asimismo, podemos observar que las guerras relatadas son una especie de conjunción entre lo que se cuenta en la Biblia, La Ilíada, La Odisea y La Eneida, además de otras épicas nórdicas, pues podemos constatar que en cada una de ellas hay elementos mágicos que justifican la guerra, ya sea por la intervención de los dioses, las fuerzas del mal o de ciertos artefactos. Para apaciguar esa guerra se solicita la intervención de pueblos, criaturas mágicas o los dioses envían mensajeros u otorgan ciertos dones a quienes serán los mejores guerreros, como puede verse en la parte donde se relata la historia de los hermanos Hurín.

Por otro lado, también se toman elementos históricos de la humanidad, aunque no me refiero a que hayan sucedido realmente, sino que son una comparación, pues se podría deducir que la forma en cómo aparecen primero los elfos y después los hombres mortales es una comparación de cuando el ser humano apareció sobre la tierra y las diferentes razas fueron surgiendo, así como la población de la tierra y de qué forma se expandieron y formaron los pueblos.

Mientras uno va leyendo este libro con sus diferentes relatos puede encontrarse un sinfín de nombres, con los cuales, yo creo, cada lector sabrá quedarse con los suyos, pues cada uno tiene características que nos identificarán a lo largo del libro. A mí parecer, yo me quedaría con Eärendil, que aunque ya aparece casi al final, demuestra la nobleza que la humanidad siempre ha tenido para con los dioses; a pesar de todo lo que hacen llevados por la maldad, siempre hay alguien que busca redimirse para que la divinidad perdone a la humanidad por el mal que causó.

El lenguaje empleado en el libro también es bastante interesante e incluso llama mucho la atención para aquellos que son apasionados de la lingüística, pues es de notar cómo Tolkien creó un idioma bastante interesante a partir de las mitologías hebreas, nórdicas, celtas y griegas. Incluso resulta muy entretenido comparar los nombres y descubrir qué raíz lingüística contienen (yo encontré muchas irlandesas combinadas con inglés, latín, griego, y hay nórdico-finlandés, sueco, suizo, alemán...), viendo cómo el ser humano es capaz de inventar sonidos tan hermosos con palabras combinadas de varios idiomas.

Finalmente, podría decir que si desde que comenzaste a leer “El Señor de los Anillos” quisiste saber de qué se trataba toda la guerra de la que tanto platicaban los elfos, aquí encontrarás la respuesta. Aunque claro, tampoco es que leas “El Señor de los Anillos” primero y luego ésta… Creo bien que puedes leer ésta primero y luego la trilogía, es cosa de tu criterio.

Mi calificación: